En un momento en el que el usuario medio de la Línea 6 lucha por socavar la burbuja vital del resto de seres humanos, quiero llamar la atención sobre los animales de distancia. Al contrario que los animales de contacto, como los búfalos, que se caracterizan por viajar codo con codo con sus congéneres, los animales de distancia respetan los espacios vitales de sus compañeros. Como ejemplo, los impalas.
Imagen extraída del blog El Viajero Solitario |
Pacientes
seguidores del blog nurioso, permitidme un momento de divagación sobre el término
impala. El señor que nominó a estos
animales debería ser considerado uno de los primeros expertos en marketing de
la Historia, qué gran nombre. Para demostrar el gancho comercial de la palabra,
basta con hacer una búsqueda en Google, el mejor termómetro de nuestro tiempo.
La entrada de la Wikipedia (que posiciona muy bien en el buscador) dedicada a
estos antílopes se encuentra en el tercer lugar, por detrás de un club de pádel
y de una tienda de motos, y por delante del modelo homónimo de Chevrolet. Lo he
decidido, cuando tenga un hijo lo llamaré Impala. Qué demonios, cuando tenga un
perro lo llamaré Impala.
Desde
este mi pequeño rincón abierto al mundo, quiero comenzar una revolución para
impalizar el mundo: señores usuarios del espacio público y privado, tomen
ejemplo de los impalas y dejen de invadir las burbujas ajenas. Porque juntos
podemos hacer un mundo mejor.
Ha nacido el movimiento impala, hay que difundirlo. Podemos.
ResponderEliminarUn niño japo llamado Impala, no me gusta. Un perro, sí.
Sabía que esta iniciativa tendría al menos una seguidora.
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