Como
decía Ortega y Gasset, yo soy yo y mis circunstancias. Las circunstancias sacan
lo mejor de nosotros, pero también lo peor. Esto es especialmente evidente en
estos tiempos en los que el estrés, las preocupaciones y la carencia de
momentos de distracción nos convierten en seres irascibles, impacientes y
egoístas.
¿Por qué tenemos la tendencia a
pensar que somos nosotros mismos en épocas de bonanza, mientras que en la
tempestad es el ambiente el que marca nuestro (mal) carácter?
Sea como fuere, de vez en cuando
es necesario tomarse un momento para desconectar, respirar y tomar impulso. Yo
me lo tomo mañana, a partir de las nueve, por la zona de Goya...
A pesar de que las
circunstancias nos están llevando a muchos a sentirnos cerca de la derrota y
del abatimiento, no hay que olvidar que esto es una carrera… ¡y voy a ganar!