Tras el hundimiento
del Prestige, el entonces alcalde de A Coruña Francisco Vázquez ofreció al
Gobierno de Aznar acoger una reunión del Consejo de Ministros. Como
agradecimiento, Vázquez consiguió la aprobación de un estudio de viabilidad
para la construcción del Puerto Exterior de A Coruña, situado a 10 kilómetros
del actual puerto urbano y a 20 del de Ferrol. Hoy, 10 años más tarde, el dinero
invertido (755 millones de euros) dobla lo presupuestado; Repsol solicita 200
millones para trasladar sus instalaciones; y expertos aseguran que el oleaje de
la zona impedirá que el puerto opere todo el año. Greenpeace denuncia que tras
este proyecto se esconde una operación especulativa rota por la explosión de la
burbuja inmobiliaria.*
*Publicado en el Número 2 de la revista Números Rojos.